Érase una incertidumbre a una mujer pegada

Maitena

Hay días en los que realmente me pregunto qué peli de Disney estaba viendo, o que tripi me tomé yo cuando decidí que podía ser a la vez una madre moderna, conciliadora, emprendedora, socializada y concienzudamente depilada. ¿Es que acaso no está bien solo con ser madre o profesional o moderna? ¿Es que no da suficiente trabajo, sufrimientos y padecimientos ingratos y silenciosos como las almorranas ocuparse y criar a los ternescos? ¿Por qué hay que ir más allá y seguir los impulsos esos de «eh, mundo, óyeme bien porque yo quiero desarrollarme también como persona, profesional y encima mantener una 38»? ¿Acaso no vemos que es una trampa?

Sí, amigas, y amigos, y mascotas domésticas que se hayan colado en nuestro foro. Es una trampa en la que nos metemos nosotras solicas. Nosotras, en fila india y de la mano como en el patio del cole. Una trampa de la que es difícil escapar una vez empantanada, como cuando te tiñes el pelo por primera vez pensando que luego hay vuelta atrás y tras un tiempo descubres horrorizada que para volver a lo que eras antes o te rapas a lo Sinnead O’Connor o te vuelves a teñir con otro color más oscuro. Vamos, un bucle devastador que te lleva hasta los 50 sin haber conseguido recuperar tu color original. Te jodes, por hacerle caso al señor Schwarkkopf ese…

Yo normalmente me siento toda una privilegiada. Ay, mari, me digo, qué guay es todo, como mola el mundo: vivo en la parte menos pobre del mundo, solo veo un par de redadas al día en mi barrio, tengo mansión propia y una familia a la que dedicarme en cuerpo y alma (ejem). Tengo una criatura estupenda y otra en camino (ay, la parejita!! que ilusión!, sí, sí….). He tenido trabajo desde que estaba en la universidad y solo ahora he descubierto lo que es el paro, algo que por otro lado y sin ser guay de ¡oye, pruébalo que es genial!, me ha dado la oportunidad de hacer cosas que nunca hubiera imaginado.

Pero ahhhhhhh, en esta espiral de qué bien, estoy en paro, ¡voy a aprovechar que ahora tengo tiempo! me he metido de cabeza, y demás miembros de mi anatomía en una experiencia laboral-experimental-alucinoide: el descubrimiento genial de otras posibilidades laborales y de unos repugnantes superpoderes escondidos como el de ser capaz de volver a preñarme (no se puede ser más naïve, amigos) meterme en un master of the universe y de los chungos, preparar las lentejas, darle el danonino del mercadona a la criatura con los pies y tender una lavadora a la vez sin cortocircuitar… Ah, por favor, y no te abandones, querida, que tu marido no te vea en chándal que le has perdido… (diooooooooos, no sé si vomitar o tragarme el vómito que es peor…..)

Puede que no sea políticamente correcto decir esto, pero hay días como hoy en los que paro un minuto de toda la vorágine, me miro en el espejo y me digo: ¿Sin cortocircuitar? ¿Seguro?

No sé, la verdad. Desconozco la solución ideal para encaminar esta vida. Las alternativas me confunden…

Si tengo que seguir el ejemplo de mi madre que abnegadamente dejó su trabajo para cuidar a sus hijas, su casa y su marido (y es simplificar mucho el proceso pero no el resultado), os digo, aquí y ahora, que antes cojo la maleta, la grande, eso sí, y me piro a Islandia o a otro sitio más lejos. No doy el perfil, lo siento. Aunque también reconozco que ,de primeras y gracias al prozac, tendría menos problemas conmigo misma y con el mundo que me ha hecho así, menos frustraciones (al menos ahora, al llegar la cincuentena ya es otro cantar, y otro post) cuando viese que sí, que lo mío es la lista de la compra, revisar la nevera, la plancha, coser las cortinas, tener las ventanas limpitas y a los niños con su calendario de revisiones del pediatra al día. Que no es poco.

También podía optar, por supuesto, por pasar de todo lo anteriormente mencionado. No haber tenido hijos, o ya que los he tenido, apechugar, y endosárselos con cariño a suegros, familia o personal externo en su defecto mientras una servidora seguía el camino establecido. Podía haber elegido fácilmente dedicarme a mi trabajo, desarrollar mis inquietudes y pagarme la pensión, coño, que está la cosa muy chunga… Pero, ¿a qué precio? ¿A costa de pasar nueve o diez horas en la oficina y no ver a las criaturas más que en foto? Tampoco es tan difícil en este país acabar así, a fin de cuentas la mayoría de los puestos de trabajo de este país implican una presencia enfermiza-obsesivo-compulsiva en la oficina, dándole forma a la silla con el culo y viendo las horas pasar. Y ya sabemos tristemente lo que pasa con las reducciones, las medidas sociales y eso que dicen que son mejoras para conciliar e integrar al binomio mujer/familia en la vida laboral (pfffffffffffffffffffffffffffffffff, una gran pedorreta para los que sonríen ufanos porque nos venden la igualdad: ¿igualdad?, ¡tu padre!). No digo nada nuevo si reitero mi mayor y enconado desprecio por éste, nuestro sistema laboral absurdo que impone a los trabajadores horarios ridículos que cubren como el chapapote todo el día y más allá, esas jornadas partidas con tres horas de comida, siesta y perejila, jornadas nada efectivas que no buscan la productividad ni los objetivos sino «chupaculismo» integral del quién se queda hasta más tarde… Algo huele a podrido en las empresas españolas, y no son solo los tuppers de la nevera, amigos.

¿Qué otra opción me queda? ¿Retirarme al Tibet a luchar contra los chinos mientras espero a reencarnarme en cono vaginal como expiación de mis pecados?

La realidad, a pesar de mis rabietas «cortocircuitales» ocasionales como la de hoy, es que no me queda otra que intentar encontrar una vía no explorada, un camino que nadie ha abierto para nosotras, Indianas Jones del siglo XXI en busca, no del arca perdida, sino de una vida digna, sin tener que cumplir en todas partes como si fuese la madre perfecta, mujer tersa, hidratada y debidamente rasurada, el ama de casa de la Sección Femenina de los años de Franco, y una profesional satisfecha, que no digo rica ni nada, digo al menos contenta con su trabajo.

Pido mucho, me parece. Y hay días, como hoy, en los que me preguntó qué va a ser de nosotras, mutaciones genéticas a medio camino entre Elena Francis, las yuppies, las JASP,  las hippies de Woodstook y el sello del Inem en nuestros cachetes izquierdos…

Sinceramente, suya, y hasta que me aclare… una incertidumbre a una mujer pegada.

44 comentarios en “Érase una incertidumbre a una mujer pegada

  1. Me pilla usted con el café de después del primer biberón mañanil. Andaba yo hace un rato pensando: y después d Semana Santa, cuando me incorpore, cómo me las voy a apañar? Mi peque tiene unos horarios ya marcados por ella de bibes, siestecillas y caquis (huy, perdón…) y eso d la conciliación, ¿no debería acoplarse a lo q el bebé marca, porque lo necesita así, y no al revés? brrrrrrrrrrrrrr

    Ayer cumplí 34 castañas, me puse mis vaqueros d antes d embarazarme, me peiné la melena y me pinté el rabillo del ojo, cuidé d mi retoña, comí con mi madre, estuve con mis sobris (son lo más!!!) y cené con mi chorbi con vinito y todo oiga! Al ir a acostarme me di cuenta d q no me di suficientes sesiones d láser en las patitas, de q esta máscara d pestañas no es tan buena como decían en el anuncio… y hoy usted me ha recordado q mis ventanas no están muy limpitas… En fin, q una se cree estupenda y luego se da cuenta d q no, pero podría ser peor.

    Tú podrás con todo, yo podré con todo, ella podrá con todo (aquí, la Sorayita no sabemos cómo anda d pelines)

    Ánimo y abrazo!

    1. Jajaja, pues claro que podrás, y yo al final espero que también… porque haremos un poder y dejaremos cosas por el camino como estar siempre perfectas o vaya usted a saber… pero nos va a costar…
      Un abrazo y muchos ánimos con esa vuelta al curro que se avecina!!!

  2. Levantarse por la mañana y leerte es como mirarse en el espejo… cómo te entiendo amiga… y cómo te admiro…. yo estoy empezando en la aborágine de «cumplir sueños» y es una locura, encima cuando llegas a casa, lavadoras, compra, pañales….es horrible! (yo nací para que me hicieran las cosas de casa, lo sé, lo siento….)…

    He pensado que la mejor respuesta era darte los buenos días con un slogan made in spain: ¡PODEMOS!

    pd. Ganas de conocerte 😉

    1. 🙂 Ganas de ponerte cara a ti también!!!!!
      Y sí, podemos, aunque a veces, haya días en las que nos caguemos en todos nuestros muertos porque no damos para todo, mari, algo se nos tiene que escapar…
      Un abrazo y nos vemos pronto!

  3. Aaaa imaginame genial post imaginame haciéndote la ola; desgraciadamente existe mucho canuto que asocia conciliar = mujer.

    Con la parte de calientasillas,. «presencia enfermiza-obsesivo-compulsiva en la oficina» etc.. me toca tanto de perfil, de frente y por todos los lados que mira mira me da ganas de crear el blog calientasillas y desahogarme pero bien…

    fantástico post.

    1. Muchas gracias, un honor. Reverencia de vuelta por su papel en la sociedad amigo.
      Adelante con ese blog, seguro que pasa a ser imprescindible, nos hace falta sacar mucha bilis…
      Un abrazo compadre

  4. Lo he leído, lo he comprendido y voy a contestarte. En cuanto pueda. Lo juro. Me ducho, levanto a Lasniñas, desayunan, las llevo al cole, contesto mails atrasados, escribo los dos últimos capítulos que me quedan, envuelvo las ‘cocretas’, corto el césped, hablo con hacienda, me entero antes de qué es el IVA mientras me arreglo la cutícula que ya parece una persiana, llamo a mi madre, llamo a mi padre y te contesto. Antes de las 9.30 lo hago. Lo juro.

  5. Pues ya sabes lo que dicen… «mal de muchos consuelo de tontos» y aquí estamos tod@s igual pero de tont@s no tenemos un pelo así que de consuelo nada. Esta es la gran paradoja de la situación laboral en nuestro país. Yo tengo la suerte de trabajar en la publica y disfrutar de esos horarios y esas medidas de conciliacion de las que hablas y digo que funcionan… Es de ser una ilusa soñar que puedan llevarse de verdad a cabo en la privada??

  6. Compañera, a este espléndido post le sobran los rulos (ponga aquí su emoticono favorito); quítale la depilación, el tinte y el logo de Volvo, y lo que cuentas nos sirve también a muchos que meamos de pie.

    En mi caso además, creía que ya había encontrado el camino (currado y merecido) y ya ves, de buenas a primeras te encuentras con el 4 en las decenas y empezando de nuevo. Así que sigue haciendo lo que te gusta, pero lucha y disfruta a partes iguales, que la justicia divina está mal repartida (por eso podemos dar gracias) y lo que cuenta al final es ser feliz (y esto último es lo más ñoño a lo que estoy dispuesto a llegar).

    Bss

    1. Pues sí, aplíquese también a los hombres, pues claro que yes. Cada vez sois más los que os salís del camino, de las diez horas fuera de casa y del papel machomen en casa y también sufrís lo vuestro en el proceso.
      Gracias por ese final ñoño, que nos lo bebamos todo, jejejeje,
      Un gran beso y ánimo!

  7. Pues qué gilipollas somos todas (y todos) para que te entendamos a la perfección, tengamos los mismos sentimientos y sigamos sin hacer una revolución en condiciones.
    De todas formas, hay de todo en la vida: ayer medio veía en la tele (mientras medio hacía un trabajo de prevención de riesgos y me medio dormía) a una que quería contratar servicio doméstico y su preocupación era que le colocaran EXACTAMENTE los muebles en las marquitas del suelo porque su casa era feng shui… creo que trabajaba en casa pero por la mañana un día a la semana iba el profesor de baile, y dos días a la semana iba el de yoga… seguro que ella también dice que está estresada… ¡REVOLUCIÓN!
    Y las filipinas cobrando 750€ por aguantar a estas tontasdelculo; eso es peor, mari.

    P.D.- Ganas de re-conocerte 😉

    1. Sí, a veces me siento muy gilipollas, lo dices a la perfección. Mi casa de feng shui tiene poco, sobre todo si cuentas las peazo cagadas de perro-caballo que me dejan de vez en cuando en la puerta de casa, que me descolocan todos los chis y me ponen de una mala hostia que no veas…
      Veo tus ganas y las supero porque todo salga como espero o mejor!!!

  8. En toda mi carrera laboral sólo he tenido un jefe que me haya dicho que tenía que tener hijos en breve (llevaba 6 meses en la empresa) y que nadie me iba agradecer que me quedara más tiempo del que es debido. Ese jefe que me promocionó, con el que aprendí un montón y di lo mejor de mí (era muy exigente) es francés, todavía existen muchas diferencias cruzando los Pirineos.

    Y digo yo, ¿es tan difícil que todos puedan conciliar? y por qué hay que hablar de conciliar, si se puede trabajar de 8 a 5 o incluso antes, … al final es algo tan sencillo como una organización de tiempos.

    El otro día me dijo un amigo que podía quedar a comer dos días a la semana porque esos teletrabajaba y se organizaba él el tiempo, genial no? pensé además que la empresa con una organización así se ahorra costes, necesita un menor espació, menor consumo de luz, … entonces ¿por qué no es una práctica más común?

    Para todo lo demás esta es la época de ir como pollos sin cabeza, a veces siendo Maradonas con los pelillos al aire y otras una «it girl» como le gusta decir a los estilistas.

    Si encuentras la solución escribe un post y no me vale la depilación láser, un sistema menos doloroso por favor!

    1. Oye, amiga, que la depilación láser no duele nada de nada!!! Anda que no hemos avanzado con las pulsaciones, y las Alejandritas, vamos, porque lo próximo no es una niña, si no, lo mismo le ponía ese nombre en su honor!
      Me parece que encontrar soluciones no es lo mío, jejeje, yo más bien encuentro problemas y me cago en todo, jajajaja
      Un abrazo!

  9. Yo hay días en los que me levanto como tú… te diría muchas más cosas, pero todavía tengo la neurona de reposo después de la gripe esta que me ha dejado para el arrastre y no puedo filosofar… aunque las ganas están ahí! Besos, sin virus

  10. Gran entrada. Te dejo la estadística de la Madre del Gremlin basada en el su experiencia laboral:

    – Mujeres +45 años, que dejaron de trabajar por criar a sus hijos: Paroxetina+frustración.
    – Mujeres +45 años, que dejaron a sus hijos por trabajos de éxito y demandantes: Citalopram+remordimientos.
    – Mujeres +45 años, que dejaron a sus hijos por trabajos chustas y demandantes: Sertralina+Lexatín.
    – Mujeres +25 años, que intenta jugar a las mamás perfectas y a la mujer ejecutiva: Trankimazín+cortocircuito.

    Hay que valorar el sesgo debido a que la muestra pertenece a un nivel socioeconómico medio-bajo. En barrios ricos la estadística puede ser menor, ya que las penas con pan son menos… pero siguen siendo penas.

  11. Un olé!!!!!! Bueno, con un, claramente, me quedo cortísima. Me han encantado tus reflexiones, los últimos meses los pasé así aunque yo no estoy en el paro. Eso sí, me cambié de agnecia. ME vi obligada (y feliz de hacerlo) de salir de ese bucle infernal de trabajo. Cobraba una miseria, veia a laniña más en foto y el tiempo que pasaba con ella tenía cero calidad. Llamadas de domingo a domingo (véase el día de Reyes que además de ser fin de semana, estando en casa de mis padres – después de dos meses sin verles, tuve que pegarme días frente al ordenador).
    Ahora estoy de sustituta de una baja maternal con buen horario en mi antigua empresa. Sé que esto es pan para hoy, hambre para mañana. Pero ese es mi sino…y más si quiero seguir aumentando la familia. De un tiempo a esta parte le doy vueltas al qué o al cómo vivir estas dos realidades (sueldo necesario + familia) con la crisis como X de la ecuación. Sé que la solución está ahi. No sé si inventarme algo, patentarlo y forrarme o qué…pero si quiero mantener mi equilibrio mental…tendré que encontrar la fórmula secreta de la coca cola. Estamos en lo mismo!! Te avisaré si doy con el santo Grial. Un beso, pescao!

      1. Temblad, temblad, «marditossssssssss»»»»»»…

        Un beso!

        Me ha encantado saber que hemos jorobado tu siesta. No es que el post nos haya chiflado, nononnoonono, sólo ha sido una conspiración conjunta de blogueros envidiosos para jorobarte la visita al limbo de los justos…jijiji

  12. Quererlo todo es complicado y sólo consigue estresarnos y frustrarnos. Seguramente lo ideal es buscar un término medio entre el ama de casa abnegada y la profesional moderna y exitosa. Y, sobre todo, dejar de leer ciertas revistas femeninas que nos imponen ese modelo de mujer perfecta -madre, esposa, amante, tía buena, emprendedora…- al que es muy difícil -yo diría imposible- llegar en equilibrio físico y mental.

  13. Al leer tu post, por un momento, he pensado que estaba leyendo sobre mí…y solo tras un breve intervalo de tiempo (creo que cuando he llegado al final) me he dicho….que no soy yo!!!!!! No puedo sentirme más identificada contigo!. La única diferencia es que yo ya tengo la parejita en este mundo. El resto exactamente igual.
    Por favor, la primera de todas que encuentre «la vía no explorada» que lo avise (yo también estoy en ello)….
    Ánimo. Y a los pelos, que les den…

  14. Mi querida Accidental:

    Piedad. Como concepto global le pido que se apiade de mí cuando lea lo que sigue: soy producto del crecimiento interior y el exterior, y lo que me parecía «ideal» a los 20, o «lomás» a los 27, o «porsupuestísimo» a los 35, me sabe a higo seco a los 43. ¿Sabe Vd. de ese programa de Emilio Aragón «ni en vivo ni en directo»? Había un sketch donde Emilio llegaba a un partido de tenis ya empezado, y comenzaba a mirar frenéticamente de un lado a otro… un espectador sentado a su lado le pregunta ¿Qué le pasa? a lo que él contestaba «Es que he llegado tarde». Esa era yo.

    Yo creo que hasta los 36 viví 3 ó 4 vidas porque me comía el mundo a bocados, con patatas fritas y todo (con lo mal que sientan las grasas trans), pero paré en seco, visualicé los aspectos buenos y malos de tanta prisa loca (trankimazin+cortocircuito) y aquí estoy, dando consejos de vieja resabiada a las madres 2.0 tan estupendas que son Vdes.

    Depilaciones, croquetas caseras, un as en el trabajo, madre amantísima, esposa fiel y sexy, hija venerada, defensora de los humildes, pintura de guerra, tetamen a prueba de lápiz… Ains! mucho trasiego para que luego te pongan en una urna o te echen en las aguas de Corcubión.

    Haga lo que haga, decida lo que decida, coherencia y convicción, porque en caso contrario vendrán los reproches y las desilusiones (conjugados en modo mi-me-conmigo y lo peor, ti-te-contigo).

    Suya,

    PS: que sepa Vd. que mi coherencia me obliga a pedirle sus recomendaciones musicales del viernes. Tiene Vd. tres seguidores en el ala norte del país.

    1. Como siempre a sus pies, amiga del Norte. Tengo la sensación de que lo de llegar tarde me suena, aún siendo de generaciones distintas. Supongo que el reto está en encontrar el punto medio, ese al que Usted ha llegado al fin. Espero sus consejos, siempre. Y sí, también espero siempre mis reproches y desilusiones. Soñé demasiado de pequeña, y de aquellos barros…

      Volverán las recomendaciones, estoy reorganizando mi agenda y poco a poco van encajando las piezas.
      Gracias por acordarse, es un gusto, un honor, un placer y casi tan gustoso leerla como meterse bajo el edredón a las nueve de la noche 🙂

  15. Querida patinadora, otra vez sacas tu certero bisturí para sacar al patio madresférico las vísceras del entramado socio-laboral de este país. Es descorazonador ver que ahora que sería cuando tocaría avanzar en aspectos como la conciliación, ha llegado la crisis que es una fenomenal excusa para que la patronal tenga más argumentos para negar unos derechos a sus trabajadores que no harían sino mejorar la productividad y la felicidad de todos.

    Así es el mundo que nos ha tocado vivir… íbamos a refundar el capitalismo y en realidad lo que estaban haciendo era refundirnos a nosotros. Y como Ata, extendería esto a los que no usamos rulos y solo nos maquillamos en las ocasiones especiales 😉

    1. Pues fíjate tú que yo creo que la crisis, como fenómeno abstracto, no personalizado en banqueros y entidades financieras, es un fenómeno que hasta puede salvarnos después de la fuerte patada en los huevos. A mí me ha hecho replantearme mi vida y mis prioridades, y salir del escondrijo.
      Pero sí, en conciliación vamos de culo. Y ustedes, amigos sin rulos y sin maquillaje (esto no es verdad, hay muchos que se maquillan y lo sabemos…) están en las mismas, solo que con pelotas…
      Te maquillarás para el evento????
      🙂

  16. Hay Mareeeee, lo del «cono vaginal como expiación de mis pecados» me ha llegado al corazón o al susodicho…. Que grandes verdades todas ellas. Voy a ver si pienso en algo, pero antes tengo que sacar de mi mente la imagen el cono ese….

  17. Ains! Yo estoy en las mismas. Dejé el trabajo en España por uno más mejor para mi señor marido en Suiza, y la duda constante es si habré metido la pata hasta el fondo o si va a ser bueno… Ahora cuido a las dos enanas, porque ya puestos a estar en casa, me embaracé, que de otra forma, con mis megajornadas de hasta 12 horas, sin cobrar un duro de más, y sin llegar a mileurista, no sé si me lo hubiese permitido. Lo de estar en casa cuidando a mis dos bichos está muy bien ahora que son pequeñas pero las dudas me corroen… Mi trabajo mucho futuro no tenia, pero ahí estaba… La situación en España está muy pero que muy jodida, pero lo de irnos… Hasta cuando? Y podré en contrar trabajo al volver? O antes si la cosa se prolonga? En fin, que como no tenemos más vida que esta, pues aqui estamos. Que lo mismo mañana me atropella un autobus, y al menos puedo decir que he cuidado a mis niñas… Mientras he podido :-))). Eso si, aunque estar en casa es un lujo, después de haberme perdido la primera infacia de la mayor, es tremendamente cansado. Y aunque no paro en todo el dia, la casa no tiene mejor aspecto… Cosas curiosas, verdad? En fin… Ánimo y suerte, que la cosa podía ser peor…

  18. Algo que vengo observando años ha (y acelerando desde meses ha) me hace preguntarme:

    ¿Por qué la gente más lúcida es la que se siente más jodida?
    ¿Es bueno ser tontorrón y sentirnos felices si el jefe nos alborota el pelo sonriéndonos?
    ¿Deberíamos nacer con cola (trasera) para menearla cuando pase lo de la segunda pregunta?

  19. Un cortocircuito muy inspirado e inspirador. De la presión sale el petróleo, pero alguna manera tiene que haber que no pase tanta factura. Suscribo lo de mis compañeras, si encuentras una solución recomendable expándela.
    Un abrazo admirado

  20. jejejeje «mancantao» 😉
    Que sepas que no puedes escribir «cono vaginal» sin que yo me entere jajajajaj me he quedado «asín» al leerlo: O_O jajajajaja!
    Talmente de acuerdo en todo lo que cuentas, mari (creo que nunca había usado el término «mari» hasta que os conocí jeje)
    Bueno guapa, nos vemos el viernes, no?? :-))

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