Y si hace falta parar, para.
Y si hace falta llorar, llora.
Pero nunca dejes de respirar. Hondo, fuerte y que te llegue casi hasta los dedos de los pies.
Respira tan fuerte que se te salgan los pulmones del pecho.
Y sabrás que estás vivo.
Y si hace falta parar, para.
Y si hace falta llorar, llora.
Pero nunca dejes de respirar. Hondo, fuerte y que te llegue casi hasta los dedos de los pies.
Respira tan fuerte que se te salgan los pulmones del pecho.
Y sabrás que estás vivo.
Mi querida Accidental,
A mí el motivo me encanta; pero más de una vez no he parado, reprimiéndome las lágrimas y con la sensación de que se me iba el aire. Algunos lo llaman ansiedad, yo lo defino como aquella frase la mítica «Con ocho basta»; que decía «No exprimas más naranjas, si después tiras el zumo».
Gracias por compartilo.
Tuya,
Muchas gracias, amiga coherente. El motivo es eso, un motivo como otro cualquiera para no explotar…
Un abrazo desde el retiro vacacional
Hola, hermosa, muy folosófica te veo. Pero, desde luego, con más razón que un santo: lo de parara es uno de los grandes secretos para seguir algo cuerda por los derroteros vitales, y lo de llorar, un método de lo más sano para quedarte como nueva. Yo, el primero lo vengo practicando cada vez más, y del segundo, ya tengo la matrícula de honor. Y el caso es que me noto más ceurda cada vez…
Besos grandes hasta tu retiro vacacional.
Hola amiga:
Tenemos conversación y café pendiente… para ponernos al día en lloros y parar un rato, verdad? No sé si estoy filosófica, lo que sé es que no puede ser de otra forma…
un gran abrazo y vuelvo ya!!!
Maraviloso poder de síntesis!: parar y llorar para poder seguir.
Lo tomo como premisa para compartir un trocito de este que también es mi retiro vacacional.
Saludos!
Muchas gracias, Blanca! Yo es que soy una llorona, pero lo de respirar a veces tengo que recordarlo, jjj
Un abrazo!