Vivimos como a empujones. Por obligación. Sin pararnos a pensar que tal vez dentro de esto que llamamos crisis se nos está escapando nuestro momento, además de mucha salud y energías.
Cerramos los ojos intentando no ver y que lo que nos rodea no nos vea tampoco, como los niños aterrados que al taparse con la manta intentan despistar al monstruo del armario.
Vivimos entre paréntesis. Y se nos va a acabar el aire aquí dentro.
Lo pienso cada vez más últimamente, a veces hasta que me empieza a faltar el aire literalmente y me tengo que volver a empujar para obligarme a continuar.
Sí, parece que hay recordárnoslo más a menudo y parar a respirar para poder seguir… un abrazo Sonia, gracias por pasarte!!
Así es… Y lo peor es que vivimos intentando no vivir, como si al hacerlo, todo desapareciera. Un abrazo enorme!!
Pues sí, hay que vivir como podamos, pero vivir!! Un abrazo Tere