Damien Rice vuelve. Por fin! Ha sido tal la emoción al enterarme que me he tirado al blog a contarlo, como en los buenos tiempos. Y eso que estoy hecha un guiñapo a estas horas de la noche! Si Damien me leyera mientras llora componiendo junto a su guitarra, sin duda, debería dedicarme una canción o algo…
El caso es que el buen hombre, que hace canciones de esas que te dejan al escucharlas con una congoja del tamaño de un pedrolo de esos de los kilómetros que había antes en las carreteras sobre el pecho, tuvo un bajón de los buenos cuando le dejó Lisa Hannigan, otra lánguida con voz angelical que también es la alegría de la huerta y que debió verlo muy negro con el bueno de Rice porque buscó otros lares más alegres… No demasiado, eso sí, se nota que le va lo tristón y lo terriblemente bonito y aquí la tenéis con Glenn Hansard interpretando Falling Slowly, la canción por excelencia de «me han dejado» hipster.
El caso es que tras su etapa juntos en la que hicieron cosas como ésta, maravillas tan celestiales como intensas, la cosa no funcionó. Y tanto le dio a Rice la intensidad que tras dos discos ejemplares, únicos y memorables como O y 9 Crimes se debió guardar a sí mismo en un armario a llorar porque prácticamente no ha salido hasta ahora. Lo cual tras dos discazos-catedrales como esos era como un suicidio musical. Pero sí, es una gran noticia volver a tener a este barbitas tristón con nosotros. Igual es un riesgo, porque ese nivel de intensidad y de desgarro no pueden mantenerse eternamente, existiendo el peligro de caer en una depresión crónica o en la repetición más lacónica… Peeeeero, aún así, hay que asumir riesgos, y ya veremos en qué se va transformando Damien Rice por el camino. Desde luego muy contento tampoco vuelve, y si no al vídeo que incluyo me remito. No sabemos mañana, claro…
Sin duda, sea como sea, merecerá la pena haberle conocido. Y haber llorado junto a él. Y ver que no todo es marketing en esta vida. Que hay gente que aún siendo talentosa y con una carrera muy prometedora por delante sigue caminos no trazados por la búsqueda del santo grial, del éxito rápido, del top ventas, del hit del verano… A veces conocer personajes atormentados y con problemas, tristones y que encima lo demuestran es hasta refrescante. Y no porque no quiera que les vaya bien, sino porque la vida es así, realmente. Y estoy muy harta y muy cansada de los caminos rectos, del si quieres puedes y del éxito está en ti mismo… A veces los caminos son rodeos, y circunvalaciones. Y cuando pensabas que ibas a Alcobendas, vas y estás en San Sebastián de los Reyes (OMG!).
Así que, bienvenido Damien, aquí una servidora lista y preparada para devorar lo que nos ofrezcas. O no, nunca se sabe con estos hipsters barbudos!!
Y lo buena que es la canción, eh?? Es triste, sí. Pero lo triste también «mola». Completamente de acuerdo en tu último párrafo. El otro día me puse a escribir de lo harta que estaba pero no fui capaz de publicarlo. (Cobarde, sí)
Que tengas muy buen día!! Incluso si escuchas canciones tristes.
Ahhh, pues anímate y publícalo, te quedarás muy a gusto!!! 😀
Un besazo y feliz miércoles, o lo que queda de él!
A mí la gente tristona me suele tirar un poco para atrás pero hay que reconocer que suena bien. Un besote!!!
Es un tristón de los buenos, al menos por ahora!!! Un besazo!