Adiós Kindle, ¡hola Kindle!

Esta semana iba todo dentro de lo esperado: carreras de aqui para allá, parque, curro y lo normal. Lo normal hasta que el miércoles por la mañana me metí en el metro, abrí mi Kindle para empezar algún cómic de los que me acababa de bajar (seguramente el de Muertos Vivientes), y ¡ohhhhhhh no! mi Kindle estaba asi.

Como en otras ocasiones la pantalla se había quedado «congelad» y tardaba un rato en responder, empecé el tratamiento de choque, que viene a ser apagar y encender varias veces.

Me pasé todo el viaje en metro hasta llegar al tren intentando medidas desesperadas. Pero poco a poco me iba invadiendo la certidumbre de que esto no iba a ser como las otras veces… Mi única esperanza era que al enchufarlo con el ordenador respondiese. Pero una voz de geek en mi interior me decía: nooo, bonita, noooo, esto tiene pinta de que tu kindle se ha ido para el otro mundo de los kindle…

Así que con esa vocecilla pixelada en mi cabeza cerré el libro y me concentré como pude, muy poco la verdad, en una traducción que tengo pendiente desde hace tres semanas y con la que no avanzo ni a empujones…

Al llegar al curro comprobé con angustia que lo de enchufarlo al ordenador era tan inútil como los telediarios de la sexta. Así que me puse manos a la obra: buscar correo del servicio técnico de Amazon, y paralelamente buscar en foros todo lo relacionado con mi penosa experiencia.

En lo primero no tardé más de dos minutos, aunque en la web de amazon recomendaban llamar. Pero yo quería mandarles las imágenes de mi pantalla inservible, y no sé por qué pensé que sería mejor mandar el email. Así que me puse con ello.

Mientras, indagué en la red y encontré bastantes cosas.  Lo primero, esta noticia sobre un juicio que había perdido Amazon y que le condenaba a cambiar los kindle con la pantalla defectuosa sin coste. Mi ánimo saltó un palmo del foso kilométrico en el que había caído. Y después de leer unos cuantos post de gente echando pestes sobre Amazon porque les había pasado lo mismo y estaban pensando en quemar su seda, encontré este post que realmente me puso las pilas, porque aunque no tiene final feliz aún, sí tenía visos de terminar como yo quería, con un kindle nuevecito en mis manos la semana que viene.

Así que con mucha información innecesaria en mi cerebro, mandé mi email al servicio técnico y esperé su respuesta que, por qué no decirlo, fue de lo más decepcionante y me invitaba, amablemente a llamar por teléfono, pagando claro, porque España no está dentro de los países elegidos en su servicio de llamadas gratuitas. Toma ya, a llamar a los USA.

En fin, si no me quedaba otra y era la solución, why not? me dije. Y ahí me puse a hablar con un chaval majete que estaba en Costa Rica (¡!), que me preguntó por el tiempo de España y me dejó muy tranquila porque me aseguró que me iban a mandar un kindle nuevo, pagando yo, claro, y cuando recibieran el viejo y roto, pobre, me devolverían el dinero.

Guay.

Después de una llamada de 20 minutos a Costa Rica, me voy a dormir muy contenta. Mi inglés no ha flaqueado y tengo un kindle nuevo en la recámara.

Pero ohhh, noooo, a la mañana siguiente me mandan otro email diciendome que tengo que llamarles de nuevo!!!! que les faltan datos!!!!!!!! Y ahí empieza de nuevo la odisea de llamadas cruzadas entre un ciudadano de Washington y una servidora que, finalmente, y para resumir, concluyó con un «have a good day» y más contenta que unas castañuelas.

En definitiva, mi kindle llegará la semana que viene, espero que el martes. Tengo un cargo de 1 euro en mi cuenta, e imagino que me harán el cargo real en cuanto reciba el libro. Y junto al kindle me envían unas etiquetas para que les mande el viejo sin coste para mí. Además, me han regalado 30 dólares para comprar ebooks en Amazon.

Además de una alegría indescriptible sólo me falta fumarme un puro y decir aquello de: me encanta que los planes salgan bien.

Pero escarbando un poco en la experiencia, concluyo que sí, señores, nos metemos mucho con los americanos porque no saben dónde está España, comen grasa sin parar y llevan armas debajo del pijama, pero ehhhh, que cuando hablamos de servicio y atención al cliente ya les gustaría a las empresas españolas atender a sus sufridores, que no clientes, con la mitad de la eficiencia con la que los yanquis cuidan a sus customers.

Así que ahí va mi grito en el desierto, ¡cuidad a vuestros clientes, por favor!

Y gracias, Amazon, me has devuelto la fe en las empresas (al menos en parte, cuando termine todo el proceso de devolución, lo postearé, por si acaso se españolizan por el camino y me salen por peteneras…)

4 comentarios en “Adiós Kindle, ¡hola Kindle!

  1. Me llegó en cuatro días!!! sí, sí… lo que no me han llegado son las etiquetas para devolver el otro, así que esperaré, ya que tampoco me han cobrado el nuevo…
    Igualmente, ¡gracias Amazon! ¡A los pies de su señora!

  2. Hola. Me ha pasado lo mismo. Estoy muy triste. Quería saber cuánto tiempo de uso tenía tu kindle. Gracias por responder. Saludos desde México.

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