Pues a veces pasan cosas porque pasan. No deberían y pasan.

Pero luego hay otras en las que un acontecimiento de lo más trivial, y al que no das la menor importancia cambiará el rumbo de tu vida for ever. Este «todo pasa por algo» famoso, que yo me aplico mucho tiene su lado perverso también, porque como decía al empezar el post, hay cosas que NO pasan por algo. Las pérdidas, por ejemplo, por mucho que te fortalezcan como persona, no entran dentro de lo deseable. Otra cosa es que dentro de la pena intentes sacar algo de todo eso, y te quedes con las enseñanzas de esa persona, pero vamos, positivo poco.

Pero me refiero a esas serendipias de la vida. A esos momentos en los que te llega un mail con una oferta de trabajo justo cuando estabas buscando algo de ese tema. O que te llama una persona en la que estabas pensando y con la que no hablas hace años y te cuenta algo trascendental para tu vida de ahora.

O esa película en la que hay una canción que te descubre un universo nuevo y que te lleva a solucionar un momento de tensión concreto.

O un libro que alguien se ha dejado en un banco, abandonado, y que te va a deparar algunos de los mejores momentos de tu vida que además te servirá para entablar conversación con esa persona que te va a dar la vuelta como un calcetín y a convertirte en padre o madre. Por ejemplo.

Hay trillones de ejemplos en los que la serendipia es aplicable.

Y me molan muchísimo todos.

Y me recuerdan también una premisa: haz las cosas bien. Desde el principio, y aunque no sepas el porqué. Desencadenarás hechos normalmente muy alucinantes.

O no, pero a mí me reconforta pensar que sí. Cosas de la ingenuidad que espero que me acompañen hasta el final de mi tiempo.

Hoy os traigo un #VDLN un poco así, un poco lleno de casualidades, que adoro, y que han confluido para llegar a este TE-MA-ZO que podéis escuchar en la maravillosísima peli Baby Driver, a la que por supuesto, también he llegado por un camino de baldosas amarillas.

Disfrutad del finde, amigos, y de esta joya que a mí me recuerda que todo, o casi todo, está conectado. Y que si das el primer golpe con amor, es probable que la cadena de acontecimientos se suceda de manera amorosa también.

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