7 efectos secundarios de una semana israelí

1. Aguantar estoicamente a mi tierna criatura en modo «asalvajado» mientras me disloca el hombro a base de porrazos la cabeza de su muñeco Pepe y seguir sonriendo cuando me babea toda la cara con un beso de vaca rumiante asturiana. Ya decía yo que la echaba mucho de menos. Pues hala, apechugar toca. Y cuando quieras más, vuelve a por otra.

2. Aguantar estoicamente que me despidan, negociando, pero que me despidan, y seguir enseñando sonrisa Profiden mientras firmo un papel donde pone que me echan por bajo rendimiento aunque todos me dicen que eso no es así, que es un mero formalismo, y que claro, mucho mejor eso a que ponga que he pegado a mis jefes, que he robado o que me he insubordinado. Pues sí, si hay que elegir me quedo con la primera…

3. Leerme, voluntariamente, algo sobre la historia de los judíos, cortesía del amigo Pablo Branas de EsCool. Nunca, y repito, nunca, me había planteado acercarme, ni asomarme a un libraco de dimensiones bíblicas como es «La historia de los judíos» de Paul Johnson. No es por nada, pero es que a mí siempre me han ido más los libros de zombies. Así me ha ido, por otro lado. Y me remito al punto 2. Como ya comenté, mis conocimientos sobre la cultura y tradiciones judías han sido siempre escasos y se han limitado a lo que he visto en las pelis americanas, donde siempre, siempre, siempre sale un judío que se apellida Cohen o Goldstein, o Stein o algo así. Así que, estoy poco más que alucinando.

4. Leerme las frases de Paulo Coelho y ese palo y quedarme pensando como una boba. Todos mis respetos al buen hombre y los de su calaña, pero nunca, y repito, nunca me han gustado esas frases de «cambia tu mente y cambia tu vida y colorín colorado…». Me leí El Alquimista cuando me fui a vivir a Alemania y como me pilló de bajón, me impactó. Pero en cuanto superé el desánimo teutón les cogí una tirria del copón. Y ahora no sé, será el desierto, o el aire, o el Mar Muerto, que me han dejado trastornada. Y oigo una en la radio y mira tú, que la cojo al vuelo. Y me la aprendo de memoria, y voy ¡y se la digo a mis amigas mientras nos tomamos un café! Se me pasará. Espero…

5. Decir «wow» y «amazing» y «oh my god» cada dos por tres. De esto tienen la culpa tanto mis colegas inglesas (Jane, Sally, Rosie y Susie,  como mis amigas israelís, (e incluso con la estupenda Blog de Madre, que como somos ambas muy pavas, ya hasta lo repetíamos incluso farfullando en castellano) que me pusieron el chip de hablar inglés las 24 horas y aún me quedan rescoldos de aquellas charletas que nos metimos entre pecho y espalda.

6. Aguantar estoicamente mi aburrido menú casero que se repite dos de cada tres días porque cocinar para mí sola no tiene mucha gracia. No puedo olvidar los platos y platos y platos y más platos que pasaron por delante de mis ojos durante aquellos días. Y sí, es cierto, que tampoco teníamos mucho tiempo para saborearlos con aquella agenda apretada y ceñidísima como la ropa de la Obregón, pero os aseguro que mis glándulas salivales y mis papilas gustativas tuvieron casi más ajetreo que la estupenda Adi Kaplan, la directora del proyecto y encargada de que cumpliésemos a rajatabla nuestros horarios espartanos.

7. Y sobre todo, admirar a las mujeres con «pelotas» y emprendedoras que he conocido, cada una con una historia genial, con unos cuantos hijos, casi todas, cuyas fotos en el móvil nos hemos intercambiado como posesas, como cualquier otra madre del mundo:

Desde la fundadora de Kinetis y afortunada a la que se le ocurrió la genial idea de invitarme a esta historieta, Joanna Landau, pasando por Ruti Arazi, quien puso en marcha su propia empresa de bouquets de chocolatinas, Zer MatokTammy Lechter-Azoulay quien además de dirigir su empresa de comunicaciones ha abierto un centro de actividades para niños; Moran Samuel, medallista paraolímpica y todo un ejemplo de superación personal; Ronit Haber, editora jefe de Saloona, una web israelí dedicada a la mujeres que aquí no vamos a poder entender porque no hay ni una palabra en inglés; Hana Hertsman, directora del municipio de Holon y responsable de su renacimiento como la Ciudad de los Niños; Ayelet Barak, terapeuta y cocinera que ha unido ambas pasiones en su propia disciplina, la terapia culinaria; Lihi Lapid, una celebrity en Israel dentro del mundo del periodismo y ahora también con su propio blog; Karen Gillerman-Harel, fotógrafa y artista, director de una de las galerías de arte más relevantes de Tel Aviv;  Hagit Neeman Gorny, diseñadora de bolsos muy útiles para madres, Gitta BagsZoe Lasri, creadora de la web número uno de Israel dedicada a los centros de actividades para niños, Tooty;  Inbal Dinari, creadora y co-directora de un centro de desarrollo para niños, Karoussel y Sarit Shani Hay, diseñadora de una de las marcas más prestigiosas del país en decoración, Studio Shani Hay.

No hace mucha falta que diga, pero lo voy a hacer, que en mi tierra también hay muchas mujeres con pelotas, y bien puestas a las que admiro, muchas a nivel personal porque las conozco y otras tantas a nivel profesional desde la distancia. Por supuesto. A mi alrededor tengo muchos ejemplos de mujeres emprendedoras, que sacan su casa adelante, y que no se dejan amilanar por cuentos chinos o absurdos comportamientos empresariales. Pero ese será otro post, porque se merecen su propio espacio y su propia reflexión floja.

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Madre no sólo hay una…

Un momento trascendental para toda madre bloguera, igual nos da la implicación, el seguimiento, o los motivos, es el momento en que, por primera vez, busca las palabras blog y madre en Google.

Entonces es cuando te dices: pues sí, va a ser que hay más de una…

Pues sí sí, amiga mía, hay más de una, y de dos, y de tres. Y gente muy buena, y otras un poco cansinas, y algunas con las que te partes la caja, y otras a las que directamente vetas del RSS. Tampoco es que haya descubierto la luna con esto, ya me hago a la idea. Pero en un símil estúpido es más o menos como cuando tenía el iPhone aquel de primera generación, y me sentía como el último habitante del planeta, y un día descubres que hasta el repartidor del Ahorra Más se apunta los encargos en su iPhone 4. Más o menos, digo.

Abróchense los cinturones porque vamos allá con un rápido y ameno paseo por el panorama materno-blogueril de nuestro país. Ojo, que no es un ranking, ni están todos los que son:  una está muy limitadita y además, si me pusiera a recopilar todos los sitios de interés relacionados con nuestra protagonista de hoy, la ciber-mater, después habría que sedarme con un buen par de nolotiles y meterme derechita entre almohadones y con música de Michael Nyman ante tal empacho de mamis, mamitas y madrazas.

Eso sí, si me dejo alguno muy, muy bueno, ruego me lo recomienden al final del post.

– Reivindicativas. Uno de los grupos más numerosos. Con o sin sentido del humor, pero casi siempre «con» y «del bueno» recorren casi todas las facetas de lo que puede llamarse el día a día de una madre moderna y por lo tanto semi-enloquecida: conciliaciones infernales, luchas matinales para vestirse, guarderías y sus penurias, noches de insomnio, falta de sueño, etc. Hay muchas, de muchas formas y colores. Ejemplos mil: Mi vida con hijos, Baballa, cómo ser una madre trabajadora y no morir en el intento,  Mamá sin complejos, Madre y más, Cómo no ser una drama mamáLoulou y Cia, Treinteañera con hijo, Ahora la madre soy yo, Pequeñas cosas de mis peques, Cosas que (me) pasan y etc, etc. Declaro mi debilidad y admiración por Blog de Madre, por simpatía, empatía, y por el universo, que lo ha querido así.

– Colectivas, como Im-perfectas

Consejeras y didácticas, como Demamas.

-Con carreras de medicinaDiario de una mamá pediatra, o Ingeniería como Ingeniero y madre en la vida, o piloto como Los que vamos contra corriente.

Internacionalizadas, como Una mamá española en Alemania, o Una española en Munich,

– Especializadas en moda para bebés como Bebestilo o Compritas para los peques. Y en moda alternativa, como No soy ñoño, que es más una web que un blog, pero que me ha gustado, y como es mi post, pues lo incluyo.

– En recetas para niños como Pequerecetas.

En decoración para niños como Decopeques.

– En proceso de como Mi vida sin hijos, o en pleno embarazo, como Ay madre, o casi recién estrenadas, como Embarazada novata

– Defensoras de la lactancia materna, la crianza natural, el colecho y los portabebés, todas creyentes en la palabra de San Carlos González (me incluyo entre sus fieles, amén), como Con la teta hemos topado, o Tenemos tetas (la maternidad impúdica), o Mamá vaca, o Maternidad diferente. De este tipo hay muchísisisisimas e interesantísisimas. Si te pones a explorar entre todas ellas habrás acabado antes de dar el pecho que de leer posts sobre estos temas. Y lo digo por experiencia.

– Digna mención para el apartado paternal con Historias de papá loboParaguas en llamas o el  bizarro y surrealista, El hombre ama de casa.

– Hay incluso uno que ni siquiera va de cosas de madres, y que se lleva la palma, Mi madre es idiota.

Y podría seguir, que me dejo todo el apartado inglisss y demás idiomas. Pero ya no quiero, que se me pasa la vida y el turno para la pelu.

Eso sí, un apunte. Madres cibernéticas del mundo, los anunciantes nos tienen localizadas. Vienen a por nosotras….

Salvad al soldado Lunes

Hoy es un lunes terrible…

Uno de esos días en los que te asomas al balcón de los siguientes cuatro con desesperanza, ansiedad y bastante asquito a partes iguales y complementarias. Uno de esos días en los que desearías con todas fuerzas que las horas se evaporasen tan rápidamente como se evapora la nómina. Eso sí, con las millones de tareas bien cumpliditas, por favor.

Afortunadamente, y después de cambiar un par de veces el texto de este post, descartando versiones con violencia cada vez más explícita, he meditado mucho, y me he encomendado a algún santo de la paciencia (¿Job?) hasta encontrar una faceta mejorada de este día. Y he dado con todos estos motivazos para remontar de manera bastante digna un lunes tan funesto:

Number One: el descubrimiento musical del día, gracias a mi idolatrado Tomás Fernando Flóres, y que acompaña la entrada para darle alegría, gracejo y algo de profundidad, jejeje.

Number Two: he recibido mi camiseta de Associated Producer de mis amigos Standard Limited o STD/LTD. Mañana mismo la estreno como dios manda.

Number Three: un par de pelis en mi mochila, vía Zuanjo, que devoraría si tuviera tiempo y un DVD en condiciones, pero que van a reposar durante un tiempo, ripeadas en el disco duro, hasta que mi santo se vaya al fútbol y tenga la tele libre durante al menos sesenta minutos (tiempo prudencial previo al necesario amodorramiento de las diez).

Number Four: el último post, genial como siempre de Blog de Madre.

Y mañana más y mejor. Seguro.