Somos terriblemente egoístas. Y ciegos.

Y lo mejor de todo es que encima somos infelices.

Hoy miro todo lo que tengo, todo lo que voy consiguiendo cada día, y pienso en lo fácil que es que mañana no haya nada. Y claro que me aterra. Claro que me da un miedo sobrenatural. Sobre todo desde que tengo hijos. ¿Qué pasaría si mañana tuviéramos que salir corriendo de nuestra casa? Dejarlo todo, huir de una zona en conflicto, quedarte sin hogar, sin seguridad, sin calefacción, sin agua caliente, sin comida en el plato… ¿Acaso alguien está preparado para eso?

Claro que me incomoda y me inquieta saber que el mundo no es perfecto. Hay gente a la que no le funciona bien algo por dentro y se dedica a levantar muros, a separar a los demás en función de su origen, de su color, de su apellido, de su aspecto físico…

Y claro que podemos mirar a otro lado. A nuestro ombligo, por ejemplo. Y no pararnos a ayudar cuando alguien se cae a nuestro lado. Y no mover un dedo cuando, aun pudiendo, no ponemos de nuestro lado para mejorar las cosas. Y seguir pensando que a nosotros no nos va a pasar.

Pero ¿acaso así nos aseguramos una vida a salvo de la misma vida?

Creemos nuestra burbuja de bienestar y de supuesta seguridad. Encerrémonos en nuestros barrios, nuestros países, de clase media aburguesada, hipotecados hasta el cuello pero convencidos de que somos mejores que otros menos afortunados. Pongamos barreras para que no entren los de fuera, los que no tienen derecho a pisar nuestro suelo, nuestra vida inmaculada y 100% libre de azúcares y grasas saturadas.

¿En serio nos lo creemos?

¿En serio pensamos que a nosotros no nos puede pasar? ¿Acaso tenemos la vacuna contra la miseria y la desgracia?

Hoy se celebra el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto. Y por eso mi #VDLN va lleno de cabreo y de pena. Porque somos una civilización que tiene la capacidad de llegar a la luna pero también de arrasar el planeta.

Y no parece que aprendamos mucho tras la experiencia.

Y solo buscamos nuestra felicidad protegiéndonos de los demás. De que nos salpique su tristeza, su pobreza, sus problemas, sus guerras… Que a mí no me toque, que yo pago mis impuestos, saco todos los días a mi perro y trabajo mucho… ¡A mí no, que yo soy gente de bien!

Claro que no guapi, a ti no…

Feliz y sucio #VDLN amigos…

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