Tal vez no desde tan temprano, pero no hay que dilatarlo mucho… Las charlas de la gente más avispada del mundo en TED deberían ser una asignatura obligatoria en todos los colegios de nuestro país, un «must» en todos los hogares, un punto más en los deberes de nuestros niños, y también, claro, en el de sus padres.

No puedo dejar de recomendar a todo el mundo estas lecciones de sabiduría, estas perlas geniales y poco valoradas, que deberían no solo estar en los planes de estudios, sino que serían un buen sustituto de tanta tontería que programan en la tele, tanta estupidez que vemos, oímos y leemos cada día.

Y encima, ahora, la barrera del idioma desaparece. Gracias a la labor de unos cuantos voluntarios (un día haré una lista de la gente a la que admiro por encima de todo, y ellos estarán en ella) ya hay subtítulos en unos cuantos idiomas, incluido el español.

En concreto, hoy he flipado con este señor de pelo blanco y que podría ser el doble de Tim Robbins, canosillo y más delgado, que se llama Julian Assange, creador de Wikileaks y que me ha devuelto la fe en el ser humano en general, y en el Periodismo en particular.

Esto si que es importante, y no si hay más o menos corridas de toros en Cataluña…  Ya lo he dicho, y tan tranquila que me he quedado.